Trazar sobre nosotros la señal de la Cruz

Trazar sobre nosotros la señal de la cruz.

Señal de la cruz

Señal de la Cruz



En el nombre


del Padre (lo decimos al tocar nuestra frente)
y del Hijo (lo decimos al tocarnos el vientre)
y del Espíritu Santo. (lo decimos al tocar 1º un hombro, luego el otro)
 Amén (nuestra mano abierta termina en nuestro pecho.)


Trazar la cruz sobre nosotros: 

 - Hay testimonios de mártires sobre esta costumbre de ponerse en presencia de Dios, algunos próximos al siglo I. Tertuliano (160-220) en su obra De Corona Militis, menciona este signo y el modo habitual en que cada cristiano lo trazaba numerosas veces al día. Dice Tertuliano: "Haz la señal de la Cruz cuando te levantas por la mañana o te acuestas por la noche, cuando sales de tu casa o regresas a ella, cuando te sientas en la mesa o cuando empiezas cualquier trabajo". 

Persignarse


Persignarse.
Por la señal de la santa cruz (trazar una pequeña cruz sobre la frente)
de nuestros enemigos (trazar una pequeña cruz sobre la boca)
líbranos, Señor, Dios nuestro. (trazar una pequeña cruz sobre el corazón)
en oportunidades además se hace la señal de la cruz diciendo...
En el nombre del Padre
y del Hijo
y del Espíritu Santo.
Amén.

¿En cualquier momento?
   Este modo de ponernos en presencia de Dios lo realizamos al despertar, al iniciar la oración o cualquier obra buena, al pasar frente a un templo, al ingresar al mismo.
   Es signo gozoso de pertenencia a la Iglesia que nos recuerda el amor que el Señor nos demostró al entregar su vida en la cruz, maravilla de la redención consumada en la resurrección de Cristo.
   Es costumbre en muchos lugares que al rezo del Vía Crucis, luego que se ha anunciado la estación correspondiente se cante "Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo"

      Recomendaciones
   No usar este gesto sagrado como superstición o "cábala", como por ejemplo lo hace alguien al iniciar algo (ej: "persígnate antes de entrar al campo de juego"). Hay quienes lo hacen irreflexivamente al escuchar algo que los atemoriza ("Ay... no me digas-se santiguan- por favor contáme todo...").
   Lo importante es la intención de nuestro corazón. Y claro podemos santiguarnos al iniciar una práctica deportiva, pero cuidando de no usarlo como "signo para la buena suerte", sino más bien como presencia e invocación de Dios.
   Hacerlo conscientemente. Cada vez que te persignes haz una breve oración; algunos ejemplos para enriquecernos : Bendice Señor mi trabajo / Jesús en vos confío / Bendice a la Iglesia / Sostiene Padre a los más débiles  /Dános santos sacerdotes / Que yo te anuncie Señor / Haz de mi un instrumento de tu paz / Señor da paz a mi país / Que los fieles difuntos descansen en paz.
  
 Nota: El gift  lo realizó el wikipedista Lázaro Pío.

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